Como muchos otros estudiantes, Martha H. está de regreso a la escuela.
Para Martha, madre de tres niños, el regreso a las aulas le supone la última etapa de un largo camino. Durante los últimos 13 años, impulsada por la pasión y la determinación, Martha ha estado trabajando diligentemente por cumplir un sueño de hace mucho tiempo: convertirse en maestra de preescolar.
Martha da crédito al Sistema de Bibliotecas del Condado de King por los recursos y el apoyo continuo que allanaron el camino hacia su éxito. Martha está a solo dos cursos de obtener un título de Asociado en Artes en Educación de la Primera Infancia de Bellevue College.
“Estoy profundamente agradecida con KCLS porque ha sido la clave para iniciar este hermoso sueño”, dice Martha. “Estoy a punto de terminar esta etapa de mi educación y cumplir mi sueño más preciado: ¡graduarme como maestra de preescolar! Las bibliotecas KCLS han seguido siendo parte de mi apoyo. Han sido esenciales; han cambiado maravillosamente mi vida”.
El viaje académico de Martha comenzó antes de llegar a los EE. UU. en 2003. Era feliz en Guadalajara, México, donde era pintora, enseñaba arte y trabajaba en un museo local.
“Cuando vine aquí, tenía el sueño de algún día llegar a ser maestra”, dijo. “Me encanta y disfruto trabajar con los niños. Mi deseo era volver a trabajar con la gente y con mi comunidad”.
En el 2005 se mudó de Missouri al estado de Washington y fue así como al año siguiente llegó a Bellevue. En 2009, Martha comenzó a asistir al programa de KCLS: Fiestas de Alfabetización Temprana en Español con su hija, que por aquel entonces tenía tres años. El programa le ofreció un puente cultural y lingüístico, fomentando un sentido de pertenencia. Visitar la biblioteca regularmente también conectó a Martha con recursos y posibilidades.
A medida que su familia creció, ella insistió en que todos aprendieran inglés. Con la ayuda de KCLS, demostró ser una buena estudiante. También encontró ayuda para becas, lo que le permitió mantenerse fiel a su objetivo. Los niños de Martha también aprovecharon al máximo las bibliotecas locales: Bellevue, Lake Hills y Crossroads. Su hija mayor, que ahora tiene 16 años, su hijo, de 12 años, y su hija menor, de 11, todavía visitan las bibliotecas con regularidad, estudian y usan las computadoras, a menudo en compañia de su madre.
“Siempre ha habido la oportunidad de encontrar algo atractivo, educativo y útil para mis hijos”, dice Martha. La familia también se divirtió mucho, asistiendo a talleres, haciendo manualidades y sacando libros y películas. También obtuvieron boletos gratis para visitar museos de arte locales a través de KCLS, el Museo Infantil KidsQuest, MOPOP, el Acuario de Seattle y el Museo de Aviación.
Un día de 2017, Martha leyó un anuncio sobre clases gratuitas de secundaria para adultos en español.
“Este maravilloso sueño comenzó cuando encontré esa invitación (al programa de HS+), que me abrió la puerta a un mundo de educación con miles de posibilidades”. Martha se registró y pasó horas en la biblioteca de Bellevue, apoyada por el personal que le inspiró a seguir estudiando. El personal de esta biblioteca siempre fue muy atento a las necesidades de los estudiantes”.
Martha se graduó al año siguiente. Cuando se enteró de que la universidad tenía un camino hacia la carrera docente que había elegido, dio otro paso: alfabetización tecnológica. Con la ayuda de una beca, se convirtió en especialista en tecnología comercial y asistente de oficina
En el 2019, Martha se inscribió en el programa AAS-T Early Childhood Education ( Educación la primera infancia AAS-T) de Bellevue College y siguió beneficiandose de KCLS para obtener libros, material, apoyo y espacios para estudiar.
Cuando llegó el COVID, Martha y los niños permanecieron conectados a KCLS, asistiendo a programas en línea. El Sistema de Bibliotecas, dice, la ha hecho creer en oportunidades más amplias para ella y sus hijos.
“Casi ya he terminado algo realmente difícil”. “Tengo mucha curiosidad y he aprendido a escuchar. Siempre me mantengo positiva y nunca trato de perder el enfoque”.
Pero cuenta que no podría haberlo hecho sin el Sistema de Bibliotecas del Condado de King.
“Mi historia con KCLS es hermosa y estoy llena de gratitud”, dice. “Mi sueño está a punto de hacerse realidad. ¡Si podemos! ¡Sí se puede!”